sábado, 11 de mayo de 2013

Heil eco huerta

Heil eco huerta. Heil eco huerta- saluda de este modo el idealista poeta antisistema filoterrorista de las tierra del medio día a su eco huerta. Los ojos aun medio cerrados bajo el vuelo de las tórtolas. Castañea el aleteo de sus alas que les pone a resguardo del trueno del primer petardo del día de la moruna La Vall d´Uixó que anuncia: fiesta. La Vall d´Uixó del paro, la Vall d´Uixó de la humillación al desempleado, La Vall d´Uixó del golpe en la boca a la mujer y al inmigrante, la Vall d´Uixó del gitano, la Vall d´Uixó de la inquietud, la Vall d´Uixó de la raza perdida que aun dormita bajo los cuernos de la luna, retumba y se afirma en el Yo estoy aquí cuando el batueco lanza el primer petardo. -Pocas esperanzas tengo que este día se inicie la reconquista - exclama el poeta mirando el brillo de los tejados iluminados por los primeros rayos de luz del sol que se llevan la tranquilidad y la seguridad de la blanca noche. Bajo el sol: el grito en soledad desesperado de la chicharra, y el del hombre sin nada, que en el bullicio de la fiesta entre sus hermanos subnormales, batuecos del PP, carlistas y fachas si los demás dan el paso, afirma con rotundidad: aquí estoy yo para pasarlo bien. - Oh regazo de mi huerta, entre silenciosos bancales, piedras del pasado a las que me uno al abrigo de vuestra quietud- exclama el poeta inquieto. El ambiente: de guerra, el cuchillo flota en el aire. Las bocas borrachas amenazan, desesperan sin saber porque: quizás sea el paro, seis millones de desempleados, quizás la corrupción, quizás el hambre que pasan. Pero ¿ va a aguar eso el vino de la fiesta que han preparado al batueco? No y mil veces no. Toros, toros, flamenco y más fiesta, pero ¿y esa inquietud en el ambiente? ¿Y esa sensación de muerte? ¿Y esas cruces colgando bajo el rojo cielo y llamando a la gente al suicidio? -Oh estás piedras que revisten mi huerta, entre ribazos bruñidos por el sol que de herencia a los que me uno me han dejado. SI no tengo futuro, tengo el pasado, tengo el castillo moruno en la montaña destruido mirando la nada del presente, la nada del futuro, el absurdo del pasado- exclama el idealista poeta al conectar la manguera del goteo al bidón. Se sienta el caro poeta en posición de buda satisfecho entre las piedras, rodeado de frescor de su huerta y la satisfacción que da al hombre blanco el trabajo. Respira con tranquilidad contemplando las tomateras. La rustica pesolina enciende con su flor violeta la primavera. Sus hojas pequeñas, perennes, entre el hermoso maíz y las pepineras. Todas juntas, hermanadas, ayudándose, colaborando en su lucha por la existencia. Se arrolladilla frente a unos matas de judías, cuya punta de lanza, enterradas cómo debiera estar la cabala en un hoyo, salen a luz enrolladas, lanzadas, buscando la luz del sol cómo una saeta que del subsuela surgiera atravesando una coraza. Cuando el grito que llega desde el pueblo de una pelea de jovenzuelas; jóvenes zorras seguramente drogadas que regresan de fiesta, enturbia el pensamiento y llena de intranquilidad la dicha de la huerta donde se encuentra refugiado el poeta, único consuelo en Vall d´Uixó del alma noble. -Dios mío, Dios, Dios mío, que asco de gente. Llévatelos a todos contigo niño Jesús- dice poético el agricultor contemplando las luces de la guardia civil acercándose y escuchando en la otra parte del pueblo un nuevo petardo anunciando la fiesta. Angelillo de Uixó, dedicado a los ecologista de Vall d´uixó: la Vall Verda y l¨arquet, así cómo a su amigo Blai Andrés, refugio de moral y de sabios consejos. Creative Commons License
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La huerta en el monte de Angelillo de Uixó.

Cómo dice el caro poeta y ese coro de fiestas y danzas apodado el pueblo le corea: si se puede. En tierras de secano, en tierras pobres del mote Uxense, bajo el sol ardiente del meditarráneo, frente al mar, rodeados de algarrobos, malas hierbas, resignación social y parados, si se puede.En cuanto a la revolución o vivir con dignidad: eso es otro cantar que no nos importa. Angelillo de Uixó.