sábado, 22 de septiembre de 2018

! Viven! el maravilloso mundo en extinción






Capitulo IV de con el agua al cuello.


Después de las lluvias torrenciales, Ángel , el agricultor con exclusión social de Vall d´Uixó  había bajado a ver el estado de su huerto. La tormenta seguía en su mente. Brotaban hilillos de preocupaciones por doquier dentro del mundo que habitaba en su cabeza . No solo  se trataba de la campaña de “con el agua al cuello” contra la exclusión social junto la oficina obrera de Castellón, cuyos resultados después de tres semanas eran todavía nulos, ya que el Ayuntamiento había decidido  no reconocer su situación de miseria ni hacer ningún tipo de autocrítica a las muchas injusticias que había producido , no solo a Ángel , sino a otras muchas personas de clase obrera, lumpen, y a la naturaleza. De todos estos, sus derechos no se tenían nunca en cuenta.   También la sequía le amenazaba con empobrecerlo más. Ahora que las lluvias que daban un respiro se quedaron en nada con el aumento salvaje de temperatura tras la tormenta en pleno septiembre, marcando el mercurio a más de 32 grados.  El estado ruinoso de su casa también era motivo de sus pensamientos, la salud de sus perros, la deuda que le habían provocado los servicios sociales de Vall d´Uixó donde fue dejando facturas de la luz los meses que no las podía pagar, y para su sorpresa, Iberdrola le notificó que le iban a cortar la luz si no pagaba más de 100 euros de más de cinco facturas pendientes dejadas en servicios sociales, algunas desde   el año 2017, es decir de casi un año. No hablaremos de sus heridas emocionales, y la impronta que había dejado años y años de miseria, estrecheces y exclusión social.  No prestaba atención al camino tan sobradamente conocido  andando distraído  por la acera de un descampando entre la Avenida suroeste y Texas. Estaba ya cercano a adentrarse  por un corto camino agrícola que quedaba perdido en esta zona urbana por desarrollar , cuando una furgoneta destartalada con dos hombre morenos, de aspecto musulmán o gitano, le pasó por su lado, por la acera. Al sentir casi la chapa de la furgoneta rozando su cuerpo, le entró tal rabia a Ángel,  que estuvo tentado de coger una piedra y romper el cristal, pero la furgoneta bajo de la acera evitando la rotonda y se adentro por la carretera. Solo pudo ver el perfil de los dos hombres, impotente, pensando que le pasaba al mundo. Tras un suspiro prologado, sintió las nauseas ante la presencia de un par de chicas muy atractivas  que iban casi desnudas haciendo deporte. Pasaron por su lado lanzándole una mirada de indiferencia y orgullo al verlo mal vestido, y ser poco atractivo sexualmente para ellas mientras  hablaban de ir a comprar ropa al corte inglés. Ángel tuvo que luchar con todas sus fuerzas para no vomitar.  Rápidamente se alejaron las chicas por la acera por donde circuló la furgoneta en dirección prohibida y por un carril para peatones. Los pocos metros de camino agrícola terminaban en el puente de San José donde estaba la charca de las Agonías. El  puente de San José tenía la leyenda y el honor de ser el favorito de los abundantes suicidas de Vall d´Uixó. Casi todos los años, varias personas cruzaban al otro lado del mundo desde el.  A los pocos metros de la charca vio sus tierras. Las lluvias lo habían demacrado. La piel del huerto estaba húmeda y llena de pequeñas piedras de rodeno sembradas por doquier arrastradas por la corriente  de agua que llegó a tiempo. Varias barracas de bachoquetas envejecidas  y para arrancar habían sido tumbadas por la trompa de agua. Las bachoquetas más jóvenes florecían entre las cañas llenas de fuerza. Guisantes y habas sembrados recientemente asomaban sus primeras hojas a la superficie como orejas de conejos que salen de la madriguera. El aire en septiembre era abrasador tanto como en un día del verano. Ángel , que nada tenía que hacer allí hasta que aquella mole de tierra grasienta se secará, decidió pasear  por los alrededores. Los caminos del barranco habían desparecido. Y la charca donde agonizaban sin remedio sus habitantes con una resignación estoica desde que una maquina excavadora  hundiera uno de sus enormes  punzones en la tierra para desecarla. La herida había sido moral para la charca, sin embargo, siempre quedaba algo de agua, un pequeño reducto de unos 10 metros cuadros a los sumo con dos palmos de agua, en muchas ocasiones cubierto de limos que le daba un aspecto repugnante. Bajo esos limos había un verdadero infierno de vida maltrecha e indefensa: cangrejos, caracolas, peces, ranas, sapos, culebras,  cientos de larvas…. Ahora quedaban estas miserias de la charca atrás , y estaba de nuevo llena de agua cristalina. Los plateados lomos de los peces brillaban saltando para cazar pequeños mosquitos  y polillas que  volaban a ras del agua. Por un momento, la poza insana y fangosa cuyo triste espectáculo de peces, cangrejos, culebras extinguiéndose entre apestosos limos verdes sobrecogía, se había convertido en un maravilloso  espectáculo capaz    de hacer amar el mundo, aunque fuera por un momento.
Es solo un instante de felicidad lo que va  a durar aquí la vida, pero quizás valga la pena sufrir tanto, por ese breve momento - les dijo Ángel a los habitantes de la charca sentado sobre una roca bajo el puente de San  José sintiendo como el agua empezaba a bajar bajo la roca donde estaba. Cálculo los días hasta que el nivel quedaría a nivel de fango.  A ese ritmo en nivel del agua llegaría a lodazal  en cuatro, a lo sumo cinco días. Los animales lo sabían, los peces, los cangrejos y las culebras visitaban todos los días la fisura que aquella enorme maquina había producido por donde se iban bajo tierra los litros y litros que le suministraba el río crecido por las lluvias. Los cangrejos hacia guardia allí impotentes. Entre varias rocas se podía ver saliendo las burbujas que producía entrando el agua por la gran fisura. . Varios peces y cangrejos, desde que se secó la charca  se habían aventurado desesperados a viajar por aquellas grietas buscando una salida. Pero nunca volvieron de aquellas galerías donde era imposible la circulación.  Se malograba mi vida porque así lo habían decidido unas personas que imponían su modelo laboral, moral y económica al resto, que acataba porque no estaban unidos. Así los animales se hiciera lo que se hiciera y se violaran sus derechos, nunca tendrían voz y morirían sin que se hiciera justicia con ellos, y con muchas personas, la mayoría de la humanidad que era empobrecida, seguiría allí como la naturaleza y los animales, esperando algún día tener justicia. Ángel sentado en aquella roca, absorto,  parecía de lejos una estatua bañada por un sol que tras las lluvias resurgía con más fuerza, con una fuerza de verano siendo casi otoño que no podía traer nada bueno. Una pequeña culebra de agua zigzagueaba con la cabeza fuera por la charca cruzando al otro lado de la charca, a miles de kilómetros de allí, varias familias de espaldas mojadas hacían lo mismo que esa culebra cruzando a la otra parte para sobrevivir.
¡Viven!- Gritó   Ángel  pensando en todo esto mientras las hierbas empapadas a su alrededor que estaban dobladas  empezaba a enderezarse como él , que se levantó de aquella roca contemplando los destellos de los rayos del sol sobre el agua , empezó a caminar fatigado a casa, con los pies doloridos de ir siempre caminando. Conforme el sol iba secando la tierra empezaba a germinar de nuevo la vida, el aire olía a fresco, a hierba renovada.
El mundo podía ser un lugar maravilloso si los hombres  se pusieran de acuerdo para acabar con su miseria acabando con los explotadores y respetando la naturalaza.
Angelillo de Uixó.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Hombres cohetes, por ellos no llueve en Vall d´Uixó.









Habían llegado las lluvias de septiembre a Vall d´Uixó. Este hecho tan trascendental para la vida y la economía  debería haber causado que  abrieran los periódicos locales con la noticia:
Llegan como las rebajas del corte inglés, puntuales las lluvias de septiembre.
Era una noticia importante  después de los cada vez más largos, y cada vez más  secos veranos. Ya no eran frecuentes desde hacia más de media década en Vall d´Uixó las lluvias de septiembre. Produciendo la ausencia de lluvias  estrés, malestar y desasosiego entre agricultores y gente mayor. Ellos sufrían más que nadie viendo como se desmoronaba, no solo el orden moral que ellos habían conocido en su juventud, sino también la naturaleza. El paisaje que ellos habían creado a fuerza de una voluntad que superaba el cansancio, el hambre, las enfermedades,  la miseria, y sobre todo la desesperación.  Empujándolos  a llevar piedras, montones de piedras, hasta un cortado sobre un barranco para ribacearlo y plantar un algarrobo, un olivo, o  una viña. Hoy, aún se mantenían en ese lugar después de 50, 60 o más de 100 años. Aunque ahora apenas se vieran los sarmientos de la viña cubierta de maleza, y de aquel algarrobo,  olivera , quedara algo  medio secos y enfermo.  El monte tenía poco defensores en estos tiempos, o los tenía a montones detrás de las maquinas, los ordenadores, organizaciones ecologistas, ministerios de medio ambiente. Poco iban a hacer por cambiar su tranquila vida en la oficina, o por ir contra de su fábrica, en contra de su ministerio, de su organización ecologista y de este modo ayudar a la naturaleza  formando ellos con su trabajo agrícola parte de ella.
En Vall d´Uixó estaban anunciado toros, como casi todos los días, cuando la lluvia llegó..
 El pueblo quedó  cubierto de un tétrico y fantasmagórico vaho blanco que cubría como una telaraña blanca los techos de teja del centro del pueblo mientras las tinieblas de la noche de disipaban. Las primeras luces flotaban sobre las nubes que tocaban el suelo envolviendo plásticos y papeles. Las piedras rojizas del campanario de la Asunción volaban por encima de las nubes como si fuera un cohete que se comunicara con el cielo. La raya del mar había desaparecido, cubierta por una cortina blanca flotante e inmaterial que parecía que con la mano se podía atravesar sin que opusiera resistencia. Iba avanzando esta cegadora  luz blanca  que eclipsaba los campos perdidos de naranjo, acercándose  a Vall d´Uixó. Los pájaros muy excitados, iban dando vueltas en círculo  subiendo como si lo hicieran a través de una escalera de caracol cada vez más altos por cielo hasta que sus cuerpos eran un punto, una mancha   indefinida girando como una noria en medio de una humedad cada vez más fuerte, como la presión de aire. Un trueno retumbo a lejos. Todo cambio. Antes de dejar de verse el pueblo desde una caseta de San Antonio, cayeron sobre la persiana varias gotas gordas. Primero una, luego otra…, y empezó a diluviar. El único punto que se veía desde allí, aunque no de forma muy nítida era un  nido de ametralladoras que está sobre una enorme cueva en una pequeña colina  calcinada por los incendios que corona el  barrio de Texas. ¡ Cuánta gente estaba feliz! Pedro, a sus más de setenta años sonría por la lluvia y tomaba otra copita de vino acompañada de una tapa de sangre. Llevaba un par de horas en el bar y estaba algo achispado. Sus ojos de ternera brillaban, que eran lo que más destacaba de su cuerpo sin terminar de desarrollar debido a que dejó  de crecer a las catorce años por anemia, como mucha gente de su generación de la posteguerra, brillaban de felicidad. Miraba  como un niño tras los cristales mugrientos del bar el agua caer. Su rostro amable, su corazón sencillo, que no se habían desgastado pese a llevar  una vida de miseria en Vall d´ Uixó. Habiéndola empezado a conocer este mundo vendiendo en su niñez arropes junto su padre, para luego pasar a la fábrica de zapatos. La miseria de esta tierra, lo único feo que le  había dejado, era la costumbre de mirar al suelo para recoger lo que encontrará . A su lado, sin prestarle atención a Miguel se sentaba  el traca, treinta años más joven que Miguel maldecía que lloviera.
El toro, nos jodera el toro la maldita lluvia. - comentaba el traca a un compadre de fiestas lleno de tatuajes, delgado y alto, con pinta de andaluz que le daba la razón.
Habrá que hacer que deje de llover- dijo el traca de forma misteriosa.
Sus palabras pasaron desapercibidas. Pero en la cabeza del traca y en la de muchos estaba lanzar cohetes al cielo y dejará  de llover.
Cerca de la fuente de la cervera, Noel , un agricultor ecológico y naturista asturiano, aristócrata de cuna  con sangre de los Borbones, a los que maldecía,   daba saltos de alegría con la tormenta. Su historia, según se contaba en el pueblo era algo peculiar. Poca gente sabía de ella, ya que Noel, no bajaba casi nunca al pueblo. Hablaba solamente con senderistas y los forestales. Era casi autosuficiente. Fabricaba su propio pan, tenía sus verduras que le proporcionaba su huerta, así como realizaba  el queso de sus ovejas. Las cuales daban cada vez menos leche porque no había casi pastos.  Había llegado a vall d´Uixó porque escuchó en un retiro espiritual  a un chaman que le aconsejó  que tenía que vivir en un pueblo de Castellón y dejar su asquerosa vida de riquezas que le estaban anulando espiritualmente y haciéndole muy desgraciado. Vendió un castillo, un mercedes, un yate, varias caballos árabes, y a una querida   para comprarse un terreno en Vall d´uixó donde se quitó las botas para ser labrador. Aunque en el banco tenía bastantes millones, porque escuchó a Dios decirle que los guardará por si los necesitaba. Noel era muy infeliz en Vall d´Uixó. No sabía que pensar del chaman, si era una penitencia que el mandaba por su vida descarriada. Noel cuando vio que llevaba lloviendo un par de horas  guardó con esmero los semilleros que preparaba para su huerto para que no pudriera la simiente. Hilillos de agua brotaban por la montaña. Su espalda arqueada sintió la frescura del agua cayendo por su espina dorsal.
La charca de bajo del puente de San José cuya fauna de cangrejos, caracolas de agua dulce, culebras de agua, berros, pequeños peces y gambas estaba agonizando en menos de cuatro metros cuadrados y en un palmo de profundidad. Había resistido al verano en un verdadero infierno, casi sin oxigeno,  sin alimentos, devorándose unos a otros por sobrevivir en un círculo de piedras que detenían el poco agua que quedaba. La única posibilidad que tenían era que llegará agua para irse de allí. Las rocas iban quedando cada vez más profundas para los peces que empezaba a subir del fango donde se desesperaban. Los huertos chupaban el agua sedientos, los pozos se llenaban. En las montañas se formaban pequeñas cascadas. A las 13: 35 el traca, seguido de Maldado llevaban bajo un viejo imperdible de las peñas en fiesta varias lanzaderas caseras y cohetes.
¿ Llevas la mecha Maldado? Le preguntó el traca mirando fijo al charnego andaluz que tiro mano a sus bolsillos. Sacó papel de liar, drogas, una cartera, la navaja, un peine grasiento que pasaba compulsivamente por su pelo negro engominado.
No- contestó asustado ante la miraba furiosa del traca.
Te voy a dar de ostia Maldado.
Es el TDH respondió el maldado asustado por el traca. Maldado que sabía que tenía contactos  en el Ayuntamiento  y los curas el traca, capaces de amargarle la vida si no obedecía.
El TDH, el TDH, estoy harto de tus movidas mentales, desgraciado. Ve al chino y que no te vean. Rapidito .
Al cabo de unos minutos llegó con la mecha. El traca abrió el chubasquero de las peñas de fiestas  y entraron en un corral de una planta. El traca lo condujo a una uralita  pegada a una pared que impedía que se mojara una mesa llena de utensilios.
Que guapo ¿ qué es? Preguntó el Maldado mirando los objetos de la mesa.
Es el mapa de vall d´Uixó,  y esto son medidores de viento y de coordenadas para cohetes. Es un corral de la caja Rural San Isidoro para lanzar  cohetes anti lluvias y contra los anti desahucios. .
¿ lo pagan ellos?
El traca lo miro con cara de tonto.
Pues claro tío. Si no tiene que pagar los seguros agrarios por los daños por las lluvias, las goteras de las casas y esas cosas. No es bueno que llueva ¿ sabes?
Alucino tío- dijo el Maldado mirando los mapas.
Saca el GPS y dame las coordenadas.  Vamos a reventar esa puta tormenta e irnos de fiesta putona. La caja rural la paga.
 A la 13:35 del 15 de septiembre fueron lanzados desde esa zulo de lanzaderas  de la caja rural tres petardos contra el cielo. La fina cortina de agua que prometía estar todo el día bendiciendo la vida se paro poco a poco.  A las 14 horas  no quedaba nada de agua.
Noel maldijo a  Vall d´Uixó cuando escuchó los petardos y le cayó parte de la carcasa sobre su espalda.
Pedro que había salido del bar y miraba el suelo con el paraguas que recogió maldijo el pueblo.
En los cojones se podrían meter los petardos.
 EL rumor va creciendo conforme la sequía es mayor. Los cohetes es uno de los factores responsables de que no llueva.
En Vall d´Uixó no se sabe los cohetes que se tiran en un solo día. A todas horas suenan lanzados por imbéciles a los que llamamos, hombres cohetes. Los perros corren por las casas asustados por culpa de los hombres cohetes, los pájaros se lanzan al vuelo desde los árboles desesperados huyendo de los cohetes, muchas personas se sobresaltan siendo molestados por  las explosiones constantes y las amenazas vecinales si piden silencio de cementerio.
 Las nubes se rompen y deja de llover.
Y todo esto ocurre por culpa de un grupo de hombres cohetes.
Angelillo de Uixó.
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viernes, 14 de septiembre de 2018

Amanecen con el agua al cuello;




La oficina de atención obrera de Castellón, como hace un día a la  semana, ha acudido a Vall d´Uixo para prestar auxilio en la lucha contra la exclusión social  del compañero Ángel Blasco Giménez.
Al ser viernes, había mercado donde se han colocado para exigir agua y tierras al Ayuntamiento, de lo que anda más que sobrado.
 Así que si alguien no grita no hay quien los vea,  muchos amanecen con el agua al cuello y silencian después de haber sido atacados y llevados al fondo de la vida, pero cuando buscas responsables de esta faena que les han hecho:
nadie sabe nada, nadie ha visto nada.
solo se escucha el precio de la mercancía  en el mercado, a tanto el kilo.
Si le preguntas a gente de estudios como al banquero burgués, o al político de turno, sobre la solución que darían a los que están con el agua el cuello, llegarás al fondo del asunto de cuánto vale la vida.
Los que están con el  agua al cuello, aguantando todavía su vida en este mundo, han vuelto a una segunda infancia, un poco más complicada que la primera. El regreso a casa de sus padres como niños traviesos con las facturas pendientes de sus hipotecas y con invitados sorpresa, la mujer y sus hijos. Otros han vuelto a una segunda juventud en el bar. Pero solos, sin amigos, más calvos , viejos y gordos. Los hay que su casa ya no existe después de tanto tiempo que hace que dejaron de ser niños. El tiempo se llevó a sus madres, y esos, esos se han quedado en la cuneta como perros abandonados, sin suerte ni derechos. 
Cuando les preguntas quién les ha hecho esta faena.
Nadie sabe nada, nadie ha visto nada.

Los que están con el agua al cuello miran a su alrededor. Sus paisanos han desaparecido, unos colocados por aquí, otros por allá. Ellos miran con la cara desencajada, para ellos no ha quedado nada, absolutamente nada, más que pagar la factura de los ricos sacrificando su vida porque no hay para todos... pero eso: ¿ Quién lo demuestra?
Angelillo de Uixó.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Orden de asamblea.




Introducción explicativa.
La siguiente carta debe incluirse en el orden de las asambleas de sindicatos, asambleas de desempleados, casales populares de la provincia de Castellón. Se da cuenta de las movilizaciones contra la exclusión social que se están produciendo por parte de un afectado en el municipio de la Vall d´Uixó junto la oficina obrera de Castellón  y el casal popular,  así  se solicita a las asambleas  el estudio a fondo del proceso de la exclusión social, el tratamiento empleado por parte de servicios sociales , por las políticas activas de empleo del INEM , los informes del defensor del pueblo, y poner a todos los disparates que realizan  para perpetuar la injusticia y la miseria remedio por nuestra parte. Paz y bien.
firmado: camarada Angelillo.
I.
Tras los diferentes actos, como la recogida de firmas  que hemos protagonizado en Vall d´Uixó estos días contra la exclusión social un pequeño grupo de personas vinculadas a la acción social en Castellón a través de la oficina de atención obrera y el casal popular, somos  conscientes compañeros, de que luchamos solos contra semejante lacra social organizada por los que venden bombas a países que comenten crímenes de guerra , que son también los mismos que organizan en  nuestras fronteras nuestra destrucción para salvaguardar las juntas de accionistas de los bancos, por eso , para que fracase nuestra reivindicación necesitamos implicar a las fuerzas sindicales y sociales contra la exclusión social. Una lucha donde se llora solo y se combate solo dentro de un pozo que traga las vidas  por culpa de una idea que han propagado nuestros verdugos: "que el único culpable de la exclusión social es del que la padece"
Entre tanto  se lucran los empresarios con el abaratamiento  de costes de mano de obra, y   los bancos reflotados a costa de las penalidades de muchos trabajadores.  A los que en esta crisis no mató  de hambre el desempleo,  o las balas de la policía ,como en otras ocasiones de la historia, los ha aniquilado mental y espiritualmente la exclusión social, llevándolos a  una huelga permanente sin solidaridad por parte de las organizaciones sociales, ni los sindicatos, dedicados a firmar finiquitos y aceptar ERES. Al carecer de caja de resistencia para soportar su ardua lucha los excluidos sociales de nuestros barrios, nuestros antiguos compañeros de trabajo, amigos, familiares, se han visto obligados a   conformarse con las migajas que les dan los servicios sociales. Rentas de hambre e intermitentes. Tan miserables es lo que les dan camaradas, que muchos sufren cortes de luz, de agua, anemias, depresión, estrés.... EL resultado es la derrota absoluta de los excluidos sociales en esta lucha de infarto, y su desorganización vital hasta quedar  relegados a vegetales humanos. La exclusión social es un fenómeno  político creado por el enemigo capitalista, no es una patología de la adaptación ni una enfermedad mental como pretenden hacer creer a los afectados desde servicios sociales. Por eso hay que sacar a los excluidos sociales de los servicios sociales cuanto antes. Sobre nuestra movilización contra la exclusión social, que se va a mantener  en marcha durante semanas en Vall d´Uixó, ya que las autoridades, incluso las mal llamadas progresistas, de mentalidad burguesa,  van a oponer más resistencia que nosotros a ellos, sobre que se mejore algo las vidas de los excluidos. Hasta ahora como aventuré, no he tenido ningún resultado con la movilización, más que me mire mal mucha gente por la calle por hablar de esto. Incluso espero represión por parte de funcionarios, trabajadores, empresarios, y mucha gente, incluso afectados, que componen la sociedad a reformar de Vall d´Uixó. A día de hoy,  no he tenido ninguna llamada de la alcaldesa de Vall d´Uixó, ni el concejal de empleo, ni el de bienestar, sobre nuestra movilización. Es como si no hubiera pasado. Es  lo que me metía, quieren vernos derrotados y humillados.  Con la única autoridad que he hablado esta semana ya que tenía cita ha sido con mi nueva asistencia social, la que tenía desde hacia uno año me ha pasado a otra compañera, así que esta es la cuarta a la que tengo que explicar mi situación y lo que pido de la administración, que se me incluya en los puestos de trabajo como a otras personas en mi situación. Desgraciadamente todo sigue igual, me han ofrecido que rellene un montón de papeles para darme la miseria intermitentes de siempre, algo más de 100 euros para que pase el mes durante dos meses y luego a volver a pedir. Una broma por la que me han dado ganas de reírme en la cara de la asistenta social , sobre todo cuando me decía que todos estaban sufriendo con la crisis, ella también. Lejos de hacer una autocrítica al funcionamiento de unos servicios sociales. Es más, aún se ha rasgado las vestiduras porque me quejaba en vez de dar saltos de alegría por lo que me ofrecían, y me ha tirado a patadas de su despacho  con la exclusa de que se me había terminado el tiempo de quejarme.
busca trabajo, busca trabajo- me gritaba.
Para luchar contra la exclusión social que afecta a millones de personas en España, hay que luchar primero contra una idea que nos proponen desde el ámbito universitario, psicólogos y trabajadoras sociales  :
que es una actitud personal , una elección individual de gente que prefiere ser  excluido social a esforzarse.
Abramos la mente y nuestros corazones para que  entre la  luz y vuelvan aquellos que han sido arrojados a la peor de las minas, la más terrible, la más oscura , la más miserables, llena de galerías sin salida.  Caminan solos y perdidos, bajemos con la antorcha a por ellos y hagámosles  subir a ver la luz.
Angelillo de Uixó.
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lunes, 10 de septiembre de 2018

Aún tratan peor que perros a trabajadores en España












Solo Juan Miguel, de entre todos los compañeros que nos manifestábamos y recogíamos firmas contra la exclusión social que yo sufría en Vall d´UIxó,  conocía a ciencia cierta el infierno en el que trabajaba. El resto, estaba movido por un ideal de solidaridad. Conocían  las noticias, documentos, que durante más de un año había ido aportando a sindicatos como CGT Castellón, a la oficina de atención obrera, o  al casal popular de Castellón sobre mi situación y sobre la exclusión social. Fenómeno incluso desconocido para sindicatos y organizaciones sociales, quedando reservado en el ámbito del trabajo clínico de servicios sociales. En los informes que yo aportaba se describía vagamente , como ante la carencia de empleo y de rentas, y al estar socialmente excluido de cualquier puesto de trabajo por el Ayuntamiento de Vall d´Uixó, había ocupado unos terrenos para uso agrícola. En esos informes no se describía el dolor de mis piernas,  y el de un hueso del hombro  afectado por andar todo el día empujando una carretilla con garrafas de agua. Llegó hasta tal punto el dolor, que me vi obligado  a emplear con gran éxito y fortuna, he de confesar, a unos  perros que tenía en casa recogidos de la calles y que se pasaban el día aburridos en el corral . Ahora venían conmigo  enganchados a un carro, y el esfuerzo era más llevadero al estar mejor repartido. Aunque eso no evitaba que un tramo, por donde no podía pasar el carro,  tuviera  que andar con dos garrafas de 30 litros cada una, portando cada una de un  brazo. Además de tener que andar con 60 litros escaleras abajo, llevaba atados a mi mano dos perros que tiraban de mí  hasta bajar de la calle de arriba donde estaba la fuente pública,  a la rivera del Belcaire que conducía a mi huerto. Cuando llegaba abajo, y miraba hacia arriba, quedando sobre mi cabeza el pequeño parque con la fuente y el banquito bajo dos sauces llorones me preguntaba como lo hacía para no haber acabado  rodando yo, las garrafas y los perros hasta el barranco. Una vez sobrepuesto teníamos que hacer unos cuatrocientos metros de transporte de agua hasta llegar  a los bidones. Otras veces el método de evitar la carga por la escalera consistía en hacer el spiderman. Ataba los perros a la barandilla del paseo de la rivera y escalaba con una goma entre los dientes el muro con pendiente que separaba los seis metros de desnivel entre la fuente y el paseo de la rivera. Una vez lograda  la operación  la bajaba conectando un cubo con una salida de 16 milímetros a la goma que llenaba un bidón de 100 litros .  luego otra vez a  volver a llenar las garrafas del bidón y meterlas en el carro, enganchar los perros y salir disparados a otro bidón ya en mis tierras. Allí debía desenganchar las garrafas  del carro y llenar a pulso los bidones. El hueso de mi  hombro izquierdo empezaba  a inflamarse por el esfuerzo constante de años levantando a pulso estas garrafas. Este descomunal derroche de fuerzas daba muy poco. Unos kilos de guisante, algunas lechugas…miserias donde en ocasiones tenía ventas de veinticinco  o treinta euros a la semana. Tenía que mal vender los productos ecológicos a precio similar o más baratos que las grandes superficies, debido a que la gente de Vall d´Uixó carentes de conciencia ecológica  no estaban dispuestos a pagar más por productos ecológico y locales que por lo que pagaban en el supermercado traído de no se sabía donde y contaminado. Por citar un ejemplo de cada venta en Vall d´Uixó en la que me daban 5 euros, por los mismos productos  en Madrid, Valencia o Barcelona me hubieran dado de media 15 euros. Y esto era cuando las cosas iban bien, pero la mayoría de las veces la falta de lluvias, los robos y los golpes de calor no rentaban nada, absolutamente nada el huerto. Había semanas sobre todo en Agosto ,donde las necesidades de agua eran 10 veces superiores a las que podía proporcionar, y los perros eran inservibles debido  a que el calor les hacía detenerse, entretenerse a la mínima, incluso tumbarse a la sombra con un descaro inaceptable desde el punto de vista laboral.   Los meses de invierno por contra, cuando menos agua se necesitaba y los husky eran cien por cien operativos, ocurría que desde enero hasta abril, eran cuatro  meses donde prácticamente el campo quedaba detenido. EL crecimiento se ralentizaba.  Cebollas, ajos, puerros, patatas quedaban en estado de hibernación sin apenas   crecimiento. De habas y guisantes, si la flor no se helaba, y dependiendo del viento, daban para casa y para la venta siempre y cuando no las robaran. Las acelgas y las espinacas si no escarchaba, y eso hacía varios años por el cambio climático que no pasaba, no paraban de dar hojas sin espigarse, pero su valor de venta era ínfimo, ya que pocas personas comían platos con acelgas y espinacas,  y acaba haciendo trueques por arroz o leche a mujeres que aún hacían potajes.  De acelgas y de coles de Bruselas hubo un año que tuve que arrancarlas todas por los robos.
En un momento en que no pasaba nadie por la calle y estábamos  en silencio  les pregunté  a mis compañeros, considerando importante que vieran el huerto:
 cuando terminemos de recoger instancias, ¿ os parece que nos acerquemos  al huerto ? como no dijeron nada, añadí para que no pensaran que nos íbamos lejos, ya que la mayoría de asistentes una vez acabara el acto irían a sus trabajos o  sus actividades normales , que no tenían nada que ver con el sector agrario o el de la exclusión social.
-  Queda muy cerca de aquí. Casi desde el balcón del Ayuntamiento que tenemos al lado me pueden ver sufrir los empleados públicos  todos los días-
Sonaron varios si  no muy altos, aceptando visitar el huerto.
Varias personas se acercaron a interesarse en ese momento por la reclamación.
Un flamante  mercedes  blanco  ralentizó su marcha.
¿ sabes Paco de quién  es ese Mercedes que pasa? Le pregunté mientras Jorge e Inma hablaban con varias personas que estaban detenidas interesadas.
Paco tras sus gafas redondas miró con sus ojos azules y negó cabeza la cabeza.
Ese que ha pasado es el concejal de seguridad.  Su miraba la ha guiado a los carteles. Como apenas sabe leer ha tenido casi frenar el mercedes para unir las palabras del cartel:
Contra la exclusión social.
Luego ve visto como nos ha contado. Como apenas sabe contar iba con los dedos marcado, uno, dos, tres, cuatro… A los progres solo les preocupa el número, aunque el número dé el resultado un montón borregos como ellos. Como ha visto que somos pocos no se ha preocupado, y como no sabe lo que es la exclusión social no le preocupa, pero por si acaso nos mandará la policía fingiendo que le preocupa un asunto que no le preocupa. El cambio de aceite del mercedes es en lo que está pensando. Cuanto le van a cobrar.
Pero el mercedes es bonito- comentó Paco
Para ser socialista no están mal- riendo comenté- peor le ha salido el mercedes a la Alcaldesa . Se ha comprado uno, el pequeñito, que lleva un motor Renault. Hasta la casa mercedes le engaña a la alcaldesa. Luego tenemos al concejal  de empleo que se ha comprado un mustan yanqui que le ha costado una fortuna mientras los demás pasamos hambre.
Paco, como buen comunista, alargo sus suaves labios esbozando una sonrisa:
Los progresistas y sus discursos cínicos llenos de buenas intenciones con la barriga repleta y calentitos en inviernos, entretanto  los demás de matan trabajando.
Una radio sonó a nuestra espalda cuando comenzábamos a hablar de política.
Se escuchaba del walky : desalojen a los que están concentrados.
Escuché con voz educada, era un policía local. Vino como adiviné cuando nos vio el concejal de seguridad.
¿Tenéis permiso de estar aquí?
Yo le contesté la verdad:
No.
El policía sin querer parecer autoritario, mostrándose razonable  y algo cansado pensando en su futura jubilación  nos dijo con tono campechano:
Pero para estar aquí hay que tener permiso.
Juan Miguel haciéndose el loco le preguntó:
¿ Y eso como se consigue?
El policía  le aclaró como se consigue el permiso. Hablaba como cuando le preguntaban por una dirección de una calle:
Pues se va al Ayuntamiento,  se pide una instancia, luego toca rellenar solicitando espacio público y el motivo, en este caso  para recoger firmas.
Podemos hacerlo ahora- pidió Jorge.
Si pero… comentó el policía mirando a cada uno de la oficina obrera que formábamos un grupo en torno a él.
 pero será para la semana que viene, ahora sin permisos no se puede estar…
¿ nos desalojas? Pregunté yo un poco brusco, parecía que se iba a iniciar una confrontación.
EL policía pareció dubitativo:
No he dicho eso., estuvo un par de minutos más hablando con nosotros, no recuerdo muy bien que dijo, y se retiró.
Al cabo de unos minutos vino otro policía montado en bicicleta. Iba por la acera directo a nosotros. Le vi llegar, pero  en ese momento estaba   atendiendo  a una estudiante universitaria  que quería firmar. Entre atendieron al policía mis compañeros. Después de explicarle mi situación a la chica brevemente:
 trabajo en un huerto sin agua, abocado a esos debido a que nunca consigo  entrar en las políticas activas de empleo, y  esas mismas políticas son un desastre para la clase obrera ya que obedecen a una ley del embudo, de igual modo que los servicios sociales… La chica de unos veinte años, delgada, pálida, con gafas redondas, me escuchaba atenta y con horror. Noté que al contarle mi relato  se indignaba ante las cotas de miseria a que se estaba llegando en Vall d´Uixó . Firmó para que por lo menos me dieran agua para el huerto. Cuando se fue   me metí en la conversación del grupo que hablaban con el policía de forma afable. Yo les había estado  escuchando aunque se mezclaba mi voz y mis razonamientos con los de este. Era conmigo con quien quería hablar, ya que era por mi por quien se estaba produciendo esta reivindicación. Se trataba de un policía joven y de rostro agradable que no intimidaba como algunos de sus compañeros. Hablaba de forma educada y reflexiva. No sé exactamente la  pregunta que me hizo, pero con esa pregunta lo que buscaba era que yo confesará las motivos por los que estábamos recogiendo firmas. Cosa que estaba deseando hacer.
Nos hemos reunido aquí para recoger firmas como ve, porque ya no quedaba otro remedio. Otra cosa no se podía hacer. Desde hace más de cuatro años cultivo un huerto ecológico. Al principio, no era del Ayuntamiento y las cosas iban bien. Pero desde que lo compró el Ayuntamiento, y ha empezado a hacer trabajos de mejora medio ambiental, que no es más que maquillaje caro que pretende tener un tinte cosmético  social dando puestos de trabajos en muchos casos a gente a holgazana y esquirola que no van a mover un dedo por el resto de trabajadores. Entre sus logros  medio ambientales está el secar la última charca de reserva con fauna protegida que quedaba.. Después está la creación de una especie de jardín que rega matorrales de montaña. Todos los días tira litros y litros de agua a matorrales que son de secano. Yo solo les pido lo que marca la ley. Que pongan  a disposición de los ciudadanos todas las posibilidades que tenga  al servicio de la economía y  el medio ambiente. Solo les pido tres barriles de agua cada dos o tres días para regar un huerto que da rendimiento. He hablado con el concejal de medio ambiente, bienestar social, de empleo, con la alcaldesa… Mis peticiones se amontonan, ni siquiera me contestan, o me dan largas. Me desprecian porque saben que estoy solo y sin recursos… yo paso hambre cuando a mi lado hay agua, a la distancia de un muro, tan solo con dos metros de goma y un adaptador podría regar. Hay gente que todo esto lo ha visto injusto, y han venido a expresarlo.
El policía hizo un breve gesto  molesto, como mucha gente que pasaba por la calle y se avergonzaba del cartel de la exclusión social en su pueblo. Era hora de empezar a hablar de  injusticias. Ahora que se hablaba tanto de igualdad femenina,  integración,  recuperación económica. Dentro de el policía, parecía comprender los motivos que teníamos para protestar, a la vez que le molestaba  que se alterar el orden público, pero también  la injusticia. En general a la gente que mi miraba aunque guarda silencio  le pasaba lo mismo. Era molesto ver cartelitos hablando de exclusión social, y que mi nombre figurara como afectado era molesto incluso para mi. Y es posible que a partir de ahora incluso empeorara mi situación.  El policía para despedirse de nosotros una vez me escuchó, nos miró  a todos e insistió en que teníamos que irnos al carecer de permisos, y nos aconsejaba como hacer lo que hacíamos  el próximo día con los papeles en reglas. Incluso para desearnos suerte y que viera que no estaba en contra nuestra nos  dio una recomendaciones de lugares donde la gente hacía sus peticiones. Luego se retiro una vez le prometimos que en cuanto registráramos las instancias en el  Ayuntamiento nos iríamos.
Una vez hecho esto, fuimos a mi huerto.
Aparca aquí- le dije a Juan Miguel dirigiéndolo a la pista de atletismo ya  que conducía el coche.
Empezaremos visitando la charca. Les bajé a un sumidero lleno de plantas que crecían salvajes con barro por todas partes y peces agonizantes.
Esto que veis es de donde cogía el agua. Aquí me le llegado hasta a bañar. he visto parar patos. Vivían familias de fochas. Cientos de ranas alegraban con su canto, incluso se veían cangrejos. Se  cargaron esta charca cuando metieron una retroexcavora para hacer una pista de footing.
La oficina obrera en pleno miraba aquello con tristeza. El paisaje era apocalíptico dentro de la charca llena de limos verdes y lomos de pequeños peces en un palmo de agua.
Subimos por el barranco. De mi huerto se veían las bachoquetas, las hojas más altas de las matas de pimientos.
Antes de entrar iremos para veáis de donde cojo el agua- les comenté.
Les hice el recorrido de la fuente a mi huerto fingiendo que iba con los perros y tiraba de un carrito con garrafas de agua.
Al entrar el huerto les enseñé el cartel del Ayuntamiento que me habían puesto delante de la puerta, para que quedara claro que lo había hecho una escuela taller ese huerto.
La escuela taller- les aclaré mostrando el cartel - aquí no ha hecho nada. No sé ni cuanto se habrán gastado en este paraje, seguro que un cuarto de millón de euros, y hacer en un año lo que es hacer, no han hecho apenas nada. Arriba de mi bancal han limpiado algo, pero en un año… Ahora como apreciáis hay muy poco plantado en el huerto. Estoy esperando a que bajen las temperaturas para arrancar las tomateras, los pimientos y plantar lo de invierno. Aunque sin agua,  la verdad ya no puedo más, es una tortura constante, y más cuando veáis lo siguiente. Los llevé al final de huerto donde había sembrado unas pepineras, tras darles unos pepinos a cada uno de ellos les dije que me siguieran. Subimos una rampa.
Allí vieron un jardín horroroso, ni siquiera habían quitado las piedras ni habían retirado la maleza salvaje . La tierra estaba sin trabajar. Eso si, habían instalado un moderno sistema de goteo que arrojaba agua a plantas monstruosas e improductivas. En ese momento estaba regando.
Fui corriendo a por garrafas y empecé a llenarlas. Mis compañeros  veían con estupor el resto la escena llena de violencia, vejaciones  y maltrato por parte del Ayuntamiento.
Así llevó años- grité desde abajo del acueducto mientras me hacían fotos.
Años de este modo. Viendo como regan todo esto mientras yo me mato empujando el agua con mis perros.
¿ Y no puedes coger tu el agua cuando regan?- me preguntó Jorge.
No conozco su horario.  Casi siempre cuando llegó ya han regado. Es posible que el riego este a cargo de una centralita y una electro válvula de la orden. A lo mejor es a las seis de la mañana cuando empieza a regar. No es habitual que regué a estas horas. Y para postre también tengo conflictos  con los jardineros y facsa que me amenazan con denunciarme si cojo agua. Me han pillado varias veces y me amenazan.
Que poca vergüenza tiene el Ayuntamiento- exclamó indignado Juan Miguel.
Yo me he movilizado cuando trabajaba en empresas y ha habido un conflicto social- les comenté- y os digo que es muy diferente a una movilización por exclusión social. EN esos casos, el gerente habla con los trabajadores, les trata de convencer con mentiras del tipo: es que la empresa no gana dinero y debemos bajar salarios y despedir gente. Ved la competencia
Sin embargo en este caso como veis, no es la escasez de agua lo que no permite que me den agua, ni que haya que hacer unas obras, otra excusa que me han puesto muchas veces, tampoco es la competencia de mercado porque la alcaldesa o el concejal de empleo vendan verduras en su tiempo libre lo que les obliga a no darme ni agua ni tierras. La realidad es que están para desorganizarnos a los trabajadores, para que dependamos de ellos y no les demos problemas. Abrir los ojos y despertar con lo que veis.
Al día siguiente cuando bajé a mi huerto estaba otra vez solo, con los pies doloridos, las piernas ese día las tenía tan pesadas que caí de rodillas con el trineo bajo el puente de San José rezando asqueado de pobreza y de no tener futuro. Me acompañaban al tajo los husky. EL humor de los perros era excelente ya que estaba nublado y no hacia un calor extremo, aunque si muy pegajoso.  La situación sabía que iba a empeorar, el Ayuntamiento progresista era capaz de hacer cualquier locura, presentarse con la guardia civil  y sacarme a punta de fusiles de las pepineras, o hacer algo más sutil y decir a un juez de nules que era un inadaptado cuya sanación dependía de   mandarme  a un psiquiátrico que me darían electro shocks hasta hacerme votante socialista. Eso es lo que esperaba, pero lo que pasó. Encontré enormes ramas, tan grandes como árboles detrás de la fuente. Iba a hacer el spiderman con la goma en la boca para no bajar las garrafas por la escalera. Intenté subir y me enredé entre las ramas de unos sauces que me habían puesto de barricada. Resbalé por la ladera. Los perros atados empezaron a ladrar y yo a gritar. Me levanté lleno de rabia, de ira, olvidé el dolor de mis piernas y subí con los pies doloridos . chillando levanté las ramas y las lancé hacia  abajo aplastando los árboles plantados por la escuela taller a los que empecé a patear cuando bajé, entre gritos pegaba a los árboles aplastados:
Sé que lo habéis hecho adrede para que no coja el agua, dos malditas garrafas cuando al lado de mi huerto se arrojan a tierra miles de litros. Es posible que hayan sido los jardineros, obreros bien pagados por el Ayuntamiento, con buenos horarios de mañana, que están en contra de que otros trabajadores se organicen. Están dispuestos a boicotearme. También hay alimentos tirados detrás de la fuente que apestan. Hace varias semana que aparece un mal olor detrás de la fuente. ¿ Qué queréis, hacerme huir de este modo?  Inventar algo mejor, esto solo me da más fuerzas, hoy mis perros y yo tiraremos con más vigor y energías que nunca. Coloqué la goma en mi boca, y una vez estuvo libre el camino  fui trepando hasta llegar a la fuente. Mi mano se deslizó bajo el asiento donde había una pareja de jóvenes besándose. Mis ojos estaban a la altura de sus pies entrelazados. En la pata del banco até la goma y bajé en silencio.
Angelillo de Uixó.