sábado, 13 de julio de 2019

El gusano y el arado





La siguiente historia es un trabajo de clase para un taller de empleo de jardinería  que versa sobre los aperos.

Un agricultor y un estudiante trabajador de taller de empleo nos presentaran los aperos que conocen y utilizan. Aunque realmente se trata del mismo personaje en dos momentos de su vida, que mantienen un dialogo en diferentes circunstancias, pero arrastrando  los mismos problemas de desarraigo en su comunidad.  Ambos personajes,  es decir ,el mismo personaje, formaran  la trayectoria de un hombre que se instala en una comunidad  e intenta enraizar  a través del trabajo, pero no lo consigue. El agricultor de subsistencia de tristes aperos, tiene la forma de un  indigente de mediana edad y excluido por esa sociedad. Su trabajo no le da más que para  subsistir, y esto hace que el resto de vecinos  lógicamente lo desprecie y no tenga relación con él, convirtiéndolo en la casta de los intocables. . Pero pese a su lamentable  situación, se mantiene en el camino recto ante la vida. El otro personaje, es decir, es el mismo personaje, el agricultor, pero en un momento de su vida  donde ha sido  contratado por el ayuntamiento de esa localidad después de verlo sufrir en su puesto de trabajo infructuoso,   durante años y años. De su sufrimiento le han recompensando con unos meses de trabajo. Ahora  es un trabajador estudiante de un taller de empleo con un pie dentro de su comunidad, aunque sujeto a vigilancia. Gracias a este empleo posee un pequeño vinculo con una sociedad que lo desprecia. En su trabajo de los aperos quiere recordar  esos momentos tan duros de subsistencia con sus aperos, es decir ,  a ese pasado que tanto le pesa, y que le hace tan difícil que la gente de su alrededor le acoja como a uno más, pero  tiene miedo de mencionarlo  y perder el favor de la comunidad que le sostiene, ya que sabe que es cruel , hipócrita  , mezquina e intolerante a las  críticas.

Durante una tormenta de verano se recrean los trabajos agrícolas en un pequeño valle de un lugar maldito , cuyo nombre no me atrevo a mencionar. Los trabajadores dejan sus aperos y se van a la cantina  a hablar  y a contemplar a Inés , la bella profesora del taller de empleo. Esta,   en nuestra historia, hace de sirvienta que lleva jarras de cerveza a los trabajadores y de  narradora.

Los trabajadores que se han refugiado en la taberna son una cuadrilla de tractoristas maleantes  y holgazanes del Ayuntamiento que pegan con las jarras de cerveza en la mesa , y le ordenan a Inés les cuente una historia. Ésta, recuerda tiempos mejores, cuando era profesora de taller de empleo, y que por circunstancias de la escasez de empleo en esa zona tuvo que abandonar como su carrera,  acabando de camarera agrícola . Una vergüenza que lleva con clases de yoga. EL único capricho que se puede  permitir con su actual sueldo.

Inés, recogiéndose la falda y la melena sobre una mesa, sabiendo que al ser mujer y desdichada  podía hablar libremente  sin miedo a que su comunidad la amonestara. De este modo contará la historia del estudiante del taller de empleo que le escribió en una carta, y que arrepentido por las consecuencias que podría tener para él  , le pidió que destruyera, pero ella la guardo.





Como un gusano que es partido por el arado, un hombre fue reducido a portar una carretilla y unos aperos día tras día como medio de vida. Al Igual que a nadie le importa que el arado parta al gusano, tampoco a nadie le importó ver a un hombre arrastrar  una carretilla y unos aperos de mano consistentes en el pico y la azada. Estos  eran utilizados   para trabajar un  huerto donde se ganaba la vida miserablemente ante la indiferencia de sus semejantes. El tamaño de  la inmensa labor que tenía ante él era tal, que el gusano, el vago, y el mendigo serían tratado de reyes comparados con este hombre.

Su virtud de trabajar  se había convertido en necedad.

La apariencia  era sincera por  lo que respecta a este extraño personaje,  un ser reducido a la irrealidad que vagaba  perdido entre las alegres y honradas casas de las buenas  gentes de Pueblo Perro. Este    hombre,  años antes de llegar a pueblo perro buscando trabajo había sido una persona normal . Al principio se le trató como al resto, se hacían cargo de su situación, pero al pasar el tiempo y estancarse extrañamente  en una lamentable búsqueda infructuosa de trabajo,  pasó a ser catalogado de  anormal. De este modo, la buena gente de Pueblo Perro,  sobre todo la que poseía mayor influencia y arraigo  social , como los progresistas de toda la vida , pudieron  justificarse ante su conciencia   al verlo tan empobrecido y estancado a este forastero,   que se  había ganado ese destino entre las gente laboriosas, comprensivas  y emprendedoras   de Pueblo Perro.  Pero no juzguemos a esta gente liberal , educada, y progresista como cínica, ni  elitistas, o como un lobo para el hombre. Evidentemente a un vecino normal no le hubieran dejado caer a los abismos depresivos de esa manera, pasando hambre, soledad, exclusión social. Pero siendo un anormal, y además de fuera que llegó sin  contar con la protección de ningún funcionario del Ayuntamiento,    eso era otra cosa. Se había ganado su exclusión social y su miserable destino de comer de una huerta de subsistencia.

Aplausos  y risas de los tractoristas, golpes de jarras para que traigan más cerveza. La ayudante de camarera de Inés, una chica joven de 16 años bajita,  huesuda, con pecas y torpe, que empieza su vida laboral tras fracasar en los estudios como ayudante de camarera, lleva más cerveza más empujada por el mesonera que le apremia a moverse tras quedarse como hace habitualmente con la boca abierta mirando por ventana los perros que pasan.

Exigiendo silencio y desfilando por la mesa, Inés prosigue su relato feliz de volver a ser el centro de atención, como cuando ejercía  un poder tiránico ante sus alumnos en el aula.



Entretanto, un estudiante mío de un taller de empleo de jardinería donde trabajaba,  le ordené realizar un trabajo sobre los aperos para sacarse un certificado profesional  para entregar a un funcionario y que le diera faena de jardinería  si en algún momento había . No le gustaba lo que leía en la wikipedia, y por desgracia  apenas  veía maquinaria agrícola, ya que  Pueblo Perro solo contaba con un pequeño parque simbólico, consistente en dos maceteros con dos jazmineros  delante de la perrera municipal,  que un policía local todos los días a las 12 del mediodía cuando las campanas de la Iglesia de las Mercedes sonaban  puntualmente regaba, saludando a los vecinos y al teniente de alcalde que solía empezar a trabajar a esa hora , y pasaba a esa hora por esa calle. Esto ocurría en el jardín principal y único de Pueblo Perro seis días a la semana, excepto los domingos que había misa dominical.  A la que se dirigía  el policía local encargado en regar,  entrando   con su pistola reglamentaria que sacaba para saludar a sus vecinos, y  para confesarse de sus pequeños pecados como no regar ese día. Mi alumno estaba acostumbrado a salir en bicicleta por los campos, y verlos despoblados de campesinos. ¿ Qué había sido de ellos? Me preguntaba ¿ Tenía relación ese despoblamiento con los nuevos aperos? Estaba convencido de que así era, aunque yo no le contestaba porque un funcionario me había prohibido hablar de estos temas para evitar una revuelta campesina.

En su trabajo quería unir la historia del hombre, la historia de la agricultura, la evolución de los aperos desde el pico y la azada que dio paso al arado sumerio, para terminar con los arados de discos, chisel, de púas, de vertedera y que  todo esto que fuera  contado por un gusano partido por un arado. Y delante de él pasó este hombre, un verdadero ejemplo de un ser humano reducido a  la  vida de un  gusano .

Lo llamó y le explicó  si querría ser   el narrador de su trabajo.

Mi idea- le dijo- es que vayas contando los cambios que han sufrido los aperos y las consecuencias en la extinción del trabajo animal primero, y poco apoco del humano. Tú serás el ejemplo viviente, la muestra de que hoy la agricultura ha evolucionado tanto como la sociedad y que la agricultura  de subsidencia  practicada durante miles y miles de años, edades enteras del hombre,  es insuficiente para vivir en una sociedad como la actual que requiere de una agricultura con aperos enormes tirados por tractores.

Te ayudaré a hacer ese trabajo.- le respondió.

Entonces a mi estudiante le paró  un extraño miedo que se apoderó de él.

¿ qué pensarían mis vecinos  de mí? ¿ y qué consecuencias  tendría para mi vida, si a esta persona a la ignoran,  a la que nadie les importa, y si hablan de él es para acusarlo de llevar  esa triste  vida por propio deseo, yo diera a entender que es un pobre gusano partido por el desarrollo tecnológico y no por  su voluntad ? Sé  que  nunca lo necesitaron para trabajar porque los pocos agricultores que hay en pueblo perro utilizan aperos para la siembra, la labranza, la recogida de las cosechas,  tan sofisticados que no necesitan mano de obra humana.  Sin duda   me acusarían de propagar la misantropía y  el odio en Pueblo Perro. Mi profesora al leer mis conclusiones   indignada lo rompería delante del resto de la clase.

¡Un hombre no es un gusano! – exclamaría- es un ser digno que merece compasión y ayuda. Quedas expulsado de esta aula.

Posiblemente se formaría un revuelo en torno a ese pobre hombre, y aunque su modo de vida lo desprecian,  por el escándalo todos se compadecerían de él, y le ofrecerían durante  algunos días faena detrás de algún motocultor,  mientras a mí se me cerrarían las puertas y acabaría viéndome arrastrado a llevar una carretilla , un pico y azada para subsistir.

Al ver pasar un vecino con su  tractor con sus aperos exclamaría:

!Ah lleva un  subsolador Jeremías!, sin duda va a preparar en profundidad unos huertos perdidos. En dos día tendrá varias hectáreas en producción, y yo en dos días con suerte 50 metros cuadrados.

Y este me diría: aparta de mi camino con tu carretilla  o te paso con mis cuchillas como a un gusano

¿ Quieres que te ayude? Le preguntó  el agricultor a mi alumno evidentes muestras de prisa que se concretaron cuando me apremio de este modo- Tengo mucha faena en mi huerto, en dos días quiero llegar a los 50 metros cuadrados preparados con el pico y la azada  para cultiva unas lechugas.

No gracias- le contestó. He cambiado de opinión mi trabajo hablará de las características técnicas  del aparo chisel, de púas, y de disco.

Bonita historia- exclamó Jeremías- Pero eso aquí nunca podría pasar algo así de absurdo, somos gente hospitalaria y solidaria. Al que viene de fuera lo ayudamos como ayudamos a nuestros semejantes. Así nos lo mandó nuestro señor  que murió por ayudarnos a salvarnos. Pero comprendo que en el pueblo de al lado pase, esta lleno de pecadores.

Aplausos entre los tractorista que empezaron a bailar obscenamente embriagados  en torno a la ayudante de camarera que estaba embobada mirando una telaraña.

Angelillo de UIxó.

viernes, 5 de julio de 2019

Patriarcado land.




Patriarcado land.
Debo al sol y al taller de empleo donde aprendo jardinería  el haber visto la tierra y la naturaleza de forma diferente. Me inquietaba el trabajo que tenía que hacer sobre el suelo que se me había encomendado. No sabía por donde empezar; así que pedí permiso para poder pensar. Una vez me fue concedido el permiso salí con la condición de que esos pensamientos formaran parte de las horas de trabajo,  y por lo tanto fueran expuestos en el aula. Con este pretexto  me adentré en un pequeño huerto que poseo dentro del taller de empleo. Contemplé mi maravillo huerto que  es la envidia de mis compañeros y el equipo docente. Allí había desplegado muchas de las enseñanzas que he aprendido en el taller, y otras adquiridas con la experiencia. Estaba colocando unas espalderas para las pepineras cuando el terrible el sol  del medio día de Vall d´Uixó en pleno Julio me daba en la cabeza. Absorto en mi dura faena había olvidado el trabajo sobre el suelo, y  volver al aula. De hecho, cuando regresé ya no quedaba nadie. Había terminado la jornada laboral.  El resto de trabajos estaban terminados en la mesa de la profesora. En mi cabeza sentí como una especie de latigazo seguido de un autoritario grito patriarcal  que me obligó a sentarme y a realizar este ejercicio  con Fe y verdad en la palabra. En el rostro tenía la sensación de que estaba cubierto de una larga barba pelirroja  que me llegaba hasta  el pecho, y aunque tal barba  no existía más allá de la perilla de dos dedos que me dejo, yo me  mesaba la fantasmal barba dando gracias al señor por sus obras sobre el mundo. Así como en mi cabeza creía llevar un gran sombrero negro que me daba autoridad ante la gente que me escuchaba en silencio y recogimiento, aunque estaba completamente solo.
Se ha llegado a la conclusión ya que las cámaras grabaron la siguiente escena,  de que el sol debió producirme como efecto secundario de una insolación  que me transformó por un cuarto de hora en un rabino que exponía un trabajo de jardinería sobre el suelo.
Viernes 5 de Julio en la Aula 12  a las 16 horas.

Así es hermanos como la historia de la tierra contada por un patriarca es un drama que se desarrolla sobre el suelo, donde el hombre portando su azadón y una cantimplora: yerra, sufre, mata, crea destruye, eligiendo según su libre albedrío  en terrenos fértiles o  baldíos , sobre desiertos, montañas, selvas y  pantanos  que debe enmendar  con su voluntad  para poder sobrevivir y engendrar  a un hijo del hombre cada vez más bello, sano y fuerte que domine la tierra.
Así lo ha querido ella, esa indiferente mujer por la que los hombres hacen la guerra, matan, esclavizan, torturan ,  lloran, y cuyos secretos  desconocen.
Tú tierra, eres nuestra inocente y cruel madre, y nosotros   tus violentos e inocentes  hijos que te devoramos como el gusano   ha de devorarnos cuando estemos acogidos  en tu vientre.
Abrimos tus entrañas para comprender el secreto de tu negro barro divino con el que se  multiplican los panes y los peces con el dolor de nuestro trabajo.
 El drama de este yugo que no podemos quitarnos, es lo que queda de nosotros en esta tierra.
Gritan los patriarcas entristecidos :
¡ te maldigo tierra!
Padre nuestro ¡ Ayúdanos!
Danos consuelo y paz a nuestro ojo  ante  el horror de la representación del mundo.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy tierra.


¡Oh fecunda madre!  a cuantos hijos te has tragado con el estómago  vacío.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy tierra.
El patriarca nos cuenta como legiones de rudos campesinos  han sufrido sobre tu suelo.
Oh madre tierra, eres vida.
La historia  nos cuenta como millones de seres humanos, imperios enteros a lo largo de los siglos han desaparecido de la tierra mirando al cielo que los castigaba, en vez de mirar al suelo donde estaba la solución.
Si hubieran comprendido que el suelo está formado por procesos físicos, químicos y biológicos, y cuando se alteran las plantas se mueren, hubieran  tenido tiempo de vivir para ver florecer el fruto aplicando al suelo potasio, o la resurrección de los tallos y las hojas marchitas con fósforo y nitrógeno.
Palestina sería libre si los faraones hubieran acabado con las plagas bíblicas de langostas  con la fauna  auxiliar , y los judíos se hubieran quedado a terminar las pirámides si hubiera habido comida suficiente, entonces  los gallos negros cantarían la historia de otra manera. 

Si Colón, Pizarro y Cortés al llegar a América  se hubieran parado a pensar en  las rotaciones que hacían  los Incas,  los mayas,  en las asociaciones precolombinas como la de judías, pepino y maíz, y se hubiera traído para España  la mejora  de los sistemas de riego, nuevas variedades de cultivos como la patata, la quinoa, la calabaza …en vez de oro y plata para gastarlo en matar alemanes , belgas y holandeses por ser protestantes , aquellos hombres habrían creado el edén de América  en la tierra de España, pero lo que hicieron es dejar el Edén  como Almería y el valle de los caídos , y  Alemania  y los países bajos como un pantano y el valle de los caídos  lleno de muertos   devorados por cuervos por Dios y por  el Papa.
Pero ahora hay muchas más cosas oscuras sobre esta tierra de la que tanto se sabe.
Se ha llegado a la solución del suelo.
Sobra comida por toda la tierra y hay hambre a causa de la deflación alimentaría causada por las inmensa fuerzas productivas.
El bienestar  nos amenaza y  condena.
El suelo que es vida desaparece por causa de la especulación;
la avaricia de unos pocos condena el futuro de la humanidad.
La madre tierra ha envejecido por la contaminación y da asco basarla.
Los agricultores trabajan con ordenadores  y producen alimentos envenenados perfectamente envasados para un mercado global de zombis.
Hay millones de gente desempleada mirando al cielo y escuchando al patriarca anunciar el fin de la tierra.
LA historia de la tierra y el suelo  es un drama que no tiene remedio, haya un patriarcado, una democracia, gobiernen los ecologistas o las feministas.
El signo  de nuestro destino es el castigo que nos persigue para atormentarnos.
Lloremos todos juntos sobre el suelo.
El suelo es una capa fina que cubre la mayor parte de la superficie terrestre y que comprende partículas minerales formadas por la desintegración de rocas, metería orgánica más o menos descompuesta,  y organismo vivos.
En ella sufrirás,  te multiplicaras y morirás.
Te maldigo dijo la tierra y nos dotó de conciencia y recuerdos
Padre nuestro-
Ayúdanos a seguir en pie.
Sea el signo de los tiempos bárbaro, o  pero aún, sofisticados como los de hoy.
Escasee el alimento , o peor aún, que sobre.
Siempre seremos esclavos y dueños de la tierra.
Y malviviremos los queridos hijos  y  verdugos de la tierra.
Pero ella nacerá de nuevo después de matarla.
 y nosotros moriremos por los siglos de los siglos.
Oren por el hombre los patriarcas  y los poetas.
Amen regina terra.

In nomine pater, et filii et spiritum santum
 Angelillum de Uixo.
El que tenga algo que decir que hable ahora,
O que calle para siempre en el suelo.