La viga en el ojo y el arte de esconderla.
Aire, aire para mi huerto- iba gritando
el buen hermano caminando con paja en los ojos para esconder su fruto.
Su verde y dulce fruto de su huerta que no quería que vieran otros ojos
que no fueran los suyos.
Pero al llegar a su campo sintió
vergüenza de ser tan mezquino por tener que ocultar su trabajo, sobre
todo desde que un desanimador profesional frecuentemente paseaba por el
lugar con una viga en el ojo desanimando a todo hombre con quien
tropezara.
Su nombre era: Socialista.
Y cuando pasaba por la huerta del buen hermano , interesado el desanimador por su trabajo, le preguntaba como un amigo:
¿ Cómo te va con tu huerta buen campesino? Sabes que cuentas con el respaldo de todo partido socialista de vall d´uixó.
EL buen hermano así le contestaba al desanimador socialista:
Ay hermano, que no gano para disgustos,
cada día el trabajo exige más, el agua es más escasa, el tiempo, tanto
el que gasto en esta actividad como el atmosférico, conspiran contra la
producción. Pero la peor de las plusvalías, es el robo. No paran de
robarme las pocas lechugas que tengo, mi felicidad y mi alegría son
devoradas lejos de mi mantel. No sé que puedo hacer.
Y con suspicacia le preguntaba el buen hermano:
¿ qué puedo hacer?
El desanimador, aunque estaba como unas
castañuelas de la alegría al escuchar esto, era experto en fingir
estados contrarios a los que verdaderamente sentía, y casi con lágrimas
en los ojos daba sus consejos llenos de amarga humanidad:
Ay espíritu libre, cabecita utópica,
vosotros sois, los de tu especie, sois los más desdichados de los seres.
Pajarillos sin plumas, voces sin eco. Sucios y mal alimentados. No
volaréis nunca muy lejos, pues no estáis preparados para tener un
destino de aves, la libertad. Ningún hombre puede ser libre.
Ved, ved, como los propios miserables os
roban, las clases más menesterosas. ¿ No es mejor pues que os robe un
empresario? Yo creo que hace menos daño. ¿ No se gana más siendo
asalariado que perroflauta sin fortuna?
Nosotros en el partido socialista decimos que si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él.
Y que hay que poner la otra mejilla a quien te la golpea , porque siempre se gana a cambio algo.
Hay que reír ante la vileza, defenderse
con la ciencia con uñas y dientes de la pobreza y gritar la nueva
internacional a la cara de los pobres:
arriba, arriba corazones alegres,
que vienen los parias del mundo.
Someteos, someteos,
que la lucha ha terminado.
El mundo está tutelado por el capital.
Agrupemosnos en el telar,
que llega el capital.
Entonces el buen hermano le quito la viga
al socialista y la colocó en su campo y luego le pregunto mientras este
miraba el grano:
¿ A que no ves la viga en mi huerto?
Angelillo de Uixó. Escrito de paz y bien.
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