lunes, 13 de septiembre de 2010















Hacia mediados de septiembre.

El viento empieza a soplar a veces frío, pero el calor se sigue manteniendo, y la cosecha estival aguanta produciendo en grandes cantidades.
Tengo la esperanza y el deseo de que el otoño irrumpa de forma suave y cálida, solo así podremos estirar la vida de éstas plantas.
Los pepinos continúan dando sus fruto, en menos cantidad, empezando a extinguirse algunas plantas.
Los calabacines siguen siendo los reyes de la producción recolectándose más de 20 kilos semanales.
Las berenjenas prometen alcanzar a los calabacines, cada día que pasa más plantas ofrendan sus negro y sabroso fruto pendiendo de sus verdes y frescas hojas.
Los pimientos, las calabazas, las melonas, también se están cosechando.
El maíz en forma de panocha verde empieza a tener algún grano dorado, semejante a pepitas de oro entre verde grano.
La nueva cosecha de remolacha ha salido del subsuelo a la luz, al igual que las acelgas, los rábanos, las zanahorias.
Todo, todo crece y se derrama su vida en forma de fruto sementero sobre ésta tierra.

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