martes, 23 de noviembre de 2010

Cel otoño
























Cel otoño.

El otoño cae como una amenaza, ruge el viento, empieza el frío, y la vida es incomoda y extremadamente peligrosa para Angelillo a menos de 25 grados.
El cielo azul infinito del verano se ha cubierto de nubes, y la sierra que se extiende al oeste de Cel se ve más lejana. Esta repleta de colores turquesas y morados.
Las plantas del verano mueren como aquel tiempo pasado donde sobrevivir fue fácil y agradable. Hoy caen sobre el hoyo que les vio nacer, y no dejan recuerdo de su paso.
Apenas hay flores, apenas se ve danzar el gusano y la alegre langosta que devoraba el maíz.
¿Donde fueron?
Nos hemos quedado huérfanos de sus danzas, brincos y piruetas, ahora solo le queda a Angelillo la contemplación melancólica del caracol y la babosa de lentos y húmedos movimientos, recuerdan el odiado e insoportable frío asesino.
Tienen estos animales con caparazón aspecto de vejez, frente la gracilidad juvenil de los saltamontes, las mariposas, los pulgones.
Con gran fatiga las tierras de Cel se han abierto con una pequeña azada y muchas horas de esfuerzo de Angelillo, cuyo victorioso brazo muestra las huella de su gesta con el abultamiento de sus músculos inflamados por el esfuerzo.
La huerta esta cubierta con nuevas variedades: apio, puerros, brocolis, cebollas, guisantes, zanahorias, alfalfa, habas, coles, repollos, lechugas, espinacas, acelgas...
El viento helado trae un olor a verdura y frescor que inunda las tres fanegadas plantadas que verdean sobre la tierra rojiza.
Añoramos la suave brisa del verano, el color del calabacín, la calabaza y las fragancias intensas de las hierba seca.
Ahora todo es verde, demasiado verde como la brocoli, el repollo, la acelga, la espinaca.
El verde es frío, dolor, desesperanza.
El invierno pronto llegara con sus hojas de amarillas muerte.
Cel debe aguantar el envite y aguardar que en primavera se vuelva a acercar el mar y la sierra, y entonces podamos contemplar las estrella en la noche cálida tumbados sobre la hierba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario